Capítulo 7

A los cinco meses, mis padres me dijeron que ya estaba lista para ver a Gorok. Según ellos, tenía que tratarlo como a nadie, es decir, como si fuera alguien muy superior a mí.
Por mala suerte para mí, y buena para mis padres, sólo podía verlo el fin de semana, pero antes tenían que asegurarse de que no sabía usar mis poderes, y no sabía. Se acabaron los exámenes y fui a verle. Me asombré al ver que Gorok era un chico joven, más o menos de mi edad, rubio, y de ojos azules. Lo vi, y me enamoré. Hice caso a mis padres y me acerqué a él, inclinándome. Se rió y dijo:
-Yo no soy Gorok, si eso es lo que piensas. Gorok es mi padre. Yo soy su hijo, el primer "elegido". 
-Ah... lo... lo siento-dije tímidamente-.
-No pasa nada, me ocurre a menudo-respondió cogiéndome la mano y besándomela-.
En ese momento, Gorok se acercó con unos pasos lentos y cortos. Me asusté, y me fui corriendo junto a mis padres. Con una risa malvada, me dijo que no me asustara, que con los principiantes no era malvado. 
-Eso es lo que dices siempre, papá, pero esta es la chica que ha sufrido 7 años. ¿Crees que has sido bueno con ella?-me defendió el hijo de Gorok-.
-Ah, ¿que eres tú la elegida?-respondió Gorok entre dientes-.
-Sí, soy yo, encantada-me arrodillé-.
-No hace falta que te arrodilles-se sentó en su trono y rió-pero muy educada por tu parte-.
-Muchas gracias-respondí sonrojada-.