Tu visita es la número:

viernes, 3 de febrero de 2012

Siendo así, ya no te hago caso..

Mira, cielo, yo te quería, y tú a mí no. Todos los días pensando que me querías, que podías ser mío, que siempre ocuparé un lugar en tu corazón... Oh, Dios, cuánto me equivocaba! Ahora me doy cuenta de que ya no vale la pena luchar, de que siempre seré invisible para ti. 
Ahora, te quiero decir, aunque no me atreva a decírtelo a la cara, que te amo, y siempre lo haré. 
Me elevaría hasta el cielo para que seas mío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario